Institucional

La Ley del Árbol abre nuevas oportunidades profesionales

Desde principios de este año Santa Fe tiene una Ley del Árbol, un proyecto propuesto desde el poder Ejecutivo que durante dos años fue debatido en las Cámaras que apunta a reforestar la provincia para reforzar políticas que contribuyan a la mitigación y adaptación al cambio climático, a la conservación de la biodiversidad y a mejorar el equilibrio territorial de manera sustentable.

Esta nueva legislación, que tendrá efectos prácticos tanto en el sector público como en los emprendimientos privados, abre una nueva puerta profesional a los ingenieros agrónomos, particularmente preparados para encarar proyectos de forestación y de diseño de ordenamiento territorial según criterios de sustentabilidad ambiental y productiva.

Ricardo Biasatti, el director provincial de Planificación del ministerio de Medio Ambiente, explicó que si bien en términos generales el criterio de la reglamentación de la ley es potestad del Ejecutivo (y el ministerio de Medio Ambiente es la autoridad de aplicación) en este caso se avanzó a través de la conformación de una comisión interna interministerial a la que se sumaron técnicos que conocen de tema. También hubo en el proceso de discusión instancias participativas con otros estamentos como el Colegio de Ingenieros Agrónomos y con especialistas del ministerio de la Producción.

“La Ley del Árbol fue una iniciativa original del gobernador Miguel Lifschitz que dio la consigna en su momento de trabajar con esta idea para avanzar en el desarrollo de actividades compatibles con la meta de producir conservando” dijo Biasatti, quien recordó que existen muchas cuestiones asociadas al cambio climático y al uso del suelo que generan que los denominados eventos climáticos extraordinarios sean cada vez más frecuentes.

En esa lista aparecen las inundaciones, el arrastre de suelo por la erosión hídrica y la degradación del suelo como consecuencia del modelo de producción: “la naturaleza funciona como un todo y la producción es sólo una parte de ese todo, por eso hay estrategias para hacerla sustentable a lo largo del tiempo y lograr que algunas porciones de suelo se vean afectadas a la conservación o sean corredores biológicos para poder así diversificar el uso del territorio” señaló, para agregar que estas estrategias de sustentabilidad florecen en el largo plazo consiguiendo mejores condiciones de convivencia entre la producción y otras actividades ecosistémicas.

Este escenario requiere que el Estado asuma responsabilidades y tome la iniciativa involucrando también al resto de los actores productivos, ya que “si bien el suelo es privado también es un patrimonio de toda la sociedad”. “El cuidado del suelo es materia de interés e intervención del Estado en muchos lugares del mundo” insistió.

Respecto a la instancia de elaboración de la norma, Biasatti subrayó que “ya tienen próximo el documento final de reglamentación que pasó por todas estas instancias de consultas e intercambios de ideas”. “Nuestro objetivo es dar cobertura a todos los puntos de vista y lograr una normativa cuyo resultado final haya sido consensuado con diferentes actores involucrados en el tema” agregó el funcionario, quien puso especial énfasis en el hecho que la ley “surgió de un proceso que fue participativo y consultivo”.

El papel del ingeniero agrónomo

Biasatti destacó que con la puesta en marcha de esta ley el campo profesional de los ingenieros agrónomos sin duda se expandirá: “el ingeniero agrónomo posee muchas herramientas teóricas y prácticas que tienen que ver con el manejo de predios rurales así que con seguridad su trabajo tendrá gran incidencia en la aplicación efectiva de la ley. Además asesorará y trabajará codo a codo con los productores, que son objeto de esta ley”.

Pero además habrá otras áreas de trabajo tanto en la esfera pública como en la privada que requerirán la participación de los profesionales a la hora de diseñar y poner en marcha planes de forestación y para poder asesorar a otros profesionales competentes. “Si bien esta ley abre un campo de acción amplio a varias profesiones como los ingenieros forestales y los biólogos, por una cuestión de composición del mercado laboral los agrónomos serán los que más participarán”.

En esta nueva ventana laboral los ingenieros agrónomos “tendrán un rol gravitante en cuanto a la asistencia al privado, que necesariamente tendrá que asesorarse”.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición impresa #100 de la revista Agrovisión Profesional, correspondiente al mes de febrero de 2019.

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