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Estado de los cultivos en el sur de Santa Fe al 22 de marzo de 2023

Llegaron las lluvias a la región, lamentablemente demasiado tarde para la mayoría de los cultivos. Durante el día martes 21 de marzo se registraron significativas precipitaciones generalizadas en toda la zona de hasta más de 100 mm acumulados en algunos lugares en las cercanías en Venado Tuerto.

Casi la totalidad de los lotes de la región no podrán sacar provecho de esta lluvia debido a que ya han finalizado su ciclo o se han secado de manera anticipada a causa de la sequía y de las reiteradas olas de calor. Una minoría de lotes, y me animo a decir que menos del 10 %, que fueron sembrados de manera tardía y en lugares donde llovió algo más que la media, podrán continuar el llenado de sus granos. Son los pocos lotes de soja de segunda que siguen en pie y los maíces tardíos que aún no entregaron las hojas próximas a las espigas a causa del estrés térmico e hídrico.

Las lluvias desde mayo del 2022 al 20 de marzo de 2023, aclaro, casi 11 meses, fueron menores a 300 mm en muchos de los distritos cercanos a Venado Tuerto, cuando la media histórica de precipitaciones es superior a los 850 mm según los registros. Ante esta situación y contemplando las 10 olas de calor que se presentaron en la temporada primavero estival los cultivos sobrevivieron e hicieron lo que pudieron.

La pérdida de producción y de divisas del agro y del país es inmensa e incalculable, la estimación de rindes cae semana tras semana y cuando la cosechadora entra al campo evidenciamos que no solo es problema de cantidad, sino también de calidad, principalmente en soja, ya que encontramos gran proporción de granos verdes, “pimienta” y chuzos que generan descuentos en la comercialización de los granos y que serán descartados para usarse como semillas.

Los rendimientos, claro está, se alejan de los potenciales que podríamos haber logrado y que nos imaginamos al momento de la siembra. Las estimaciones que hicimos con las reservas de agua útil en el perfil y apoyados en las probabilidades de lluvias y de temperaturas, se derrumbaron ante la anormalidad de este ciclo productivo que además de la sequía y el calor extremo sumó la helada del 18 de febrero que castigó fuertemente más que nada a las sojas de segunda que ya venían estresadas.

Cultivo a cultivo

Maíz temprano: Algunos lotes no llegaron a cosecha y se destinaron a consumo animal, ya sea para por pastoreo directo, henificados o picado. Por otro lado, comenzaron a cosecharse los primeros lotes con rendimientos que se encuentran entre los 30 y 60 qq/ha. Una pequeña minoría aspira a más de 70 qq/ha. En ocasiones se pueden ver cañas debilitadas por traslocar recursos a las espigas.

Maíz tardío: comenzó con muy buenas condiciones, pero durante febrero y marzo fueron empeorando a tal punto que algunos lotes fueron descartados. Al momento de la lluvia la mayoría de los lotes ya habían finalizado su llenado debido a que las hojas alrededor de las espigas estaban secas. Se esperan rendimientos entre 40 y 60 qq/ha. Por su parte, los maíces de segunda, se perdieron prácticamente el total de los lotes.

Soja de primera: Comenzó la cosecha de los primeros lotes, generalmente los ciclos más cortos o los que se entregaron anticipadamente a causa de las restricciones del ambiente con rendimientos de entre 5 y 20 qq/ha y una mala calidad con gran proporción de granos verdes. Para los lotes que faltan cosechar se esperan rendimientos entre 20-30 qq/ha y sólo un 10% de los lotes aspiran a lograr 40 qq/ha.

Soja de segunda: más del 70% de los lotes están descartados a causa de la escasa/nula agua útil al momento de la siembra y los escasos mm de lluvia que recibieron para hacerle frente a las olas de calor. Fue el cultivo más afectado por la helada del 18 de febrero. La expectativa de rendimiento de los pocos lotes que quedan en pié es muy baja.

Por el lado de las plagas, se continúa monitoreando los cultivos, prestando atención principalmente a la presencia de chinches en soja. Si bien durante el ciclo del cultivo hubo presencia de bolillera, defoliadoras, trips y arañuela, y se debe tenerlas en cuenta en los monitoreos, en la medida que la soja transita el final de su ciclo, van perdiendo importancia por el menor potencial de daño que pueden ocasionar. En lo que respecta a enfermedades solo se hicieron algunas aplicaciones preventivas, pero en general no tuvimos problemas por falta de condiciones predisponentes.

De cara al trigo, comenzó la recarga del perfil por las lluvias. Una buena, con respecto a la campaña anterior los precios de los fertilizantes bajaron significativamente. La mala, el precio de trigo a diciembre también bajó. A pesar de esto, el margen bruto de planificación, estimando 40 qq/ha sigue arrojando un resultado positivo para el cultivo.

Agradecimiento por sus aportes a los ingenieros agrónomos Armando Ferruzzi, Javier Vacante, Martin Coassolo, Diego Muccioli, Santiago Lucero, Matias Rada Y Emiliano Scoponi.

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