A nadie escapa que las necesidades de la profesión fueron cambiando y evolucionando en función del tiempo. Mis 40 años de profesión y casi 37 integrando las distintas comisiones, tanto de la Asociación de Ingenieros Agrónomos, como las del Colegio quizá me permiten visibilizar los distintos requerimientos de la profesión a través del tiempo.
En esos primeros años, tal vez por ser pocos colegas y viviendo en un mundo no globalizado, la instrucción técnica, los torneos deportivos, la fiesta del día de la enseñanza agropecuaria, los picnic de primavera, etc., fueron las prioritarias y principales actividades de la Asociación.
Luego se crea el Colegio de Ingenieros, que surge como una necesidad imperiosa de proteger y bregar por las incumbencias de la profesión en un sentido más gremial, pero sin dejar de lado las actividades anteriores. Otro objetivo claro fue y es el de acrecentar las relaciones institucionales con organismos oficiales y privados, con el fin de brindar más oportunidades al matriculado y lograr una mayor inserción en la sociedad, es decir: Que se nos reconozca y respete.
Soy consciente que cuesta y ha costado mucho esfuerzo alcanzar esos objetivos en estos 27 años de existencia generando trastornos hacia adentro y hacia afuera de la Institución Colegio, pero cuando repaso en forma rápida esta evolución, me vienen a la memoria todos los presidentes que han actuado, cada uno con su impronta y quizá distinta forma de trabajar, pero siempre sumando y haciendo crecer la institución.
A modo de reflexión me permito decirles a los colegas jóvenes, que el mundo laboral en que les toca vivir y actuar, es cada vez más competitivo, pero también es cierto que aparecen nuevas líneas de trabajo como la diversificación productiva con agregado de valor, la apertura de nuevos mercados en el mundo y la implementación de las buenas prácticas agrícolas. Todas exigirán un mayor control en materia de estandarización y trazabilidad de la producción y es el Colegio de Ingenieros Agrónomos el ente natural que, a través de sus matriculados, tendrá cada vez mayor y directa participación en esa fiscalización y control. No me quedan dudas que el profesional matriculado gozará cada vez de mayor prestigio y de mejores oportunidades.
Por último necesito decir que por distintos motivos he asistido muy poco a las reuniones regulares de la comisión, pero paradójicamente es esto lo que me permite ver con claridad y satisfacción, los inmensos avances que han logrado tanto a nivel local , como provincial en las distintas áreas de trabajo.
Aprovecho esta oportunidad para agradecer al Ing. Cristian Flamini y equipo por la excelente gestión realizada y al Ing. Gabriel Viola, por aceptar el desafío de seguir en la posta como nuevo presidente.
De Ing. Benito Ressia
Mat. Prof. 40040
PD: Estas han sido simplemente unas pequeñas reflexiones que sentí la necesidad de escribir, luego de asistir a la asamblea ordinaria, muchas gracias.