El analista Fernando Botta (MAT 82-2-0332) consideró que el mercado va a dar tres o cuatro meses de volatilidad y en ese marco es fundamental poder armar alguna estrategia de cobertura.
El escenario productivo nacional se reconfigura al ritmo de las escasas lluvias que se vienen registrando en la zona núcleo. Las últimas estimaciones hablan de que la producción triguera de la campaña 2022/23 sería la más baja de los últimos 7 años. Ante uno de los panoramas más complejos de siembra en dos décadas, la intención maicera caería 200.000 ha que pasarían a soja. El escenario global también tiene sus particularidades, los stocks de soja en Estados Unidos están en el nivel más bajo en los últimos nueve años y el conflicto Ucrania-Rusia sigue modificando la siembra por esas latitudes. El ojo también está puesto en la evolución de la producción de soja en Brasil. En este marco los productores agropecuarios arman su estrategia de precios.
Se estima que la proyección de producción de trigo caería a 16,5 millones de toneladas, teniendo en cuenta que setiembre trascurrió casi sin lluvias cómo agosto y julio en buena parte de la región pampeana, advirtió la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En maíz, aunque en principio se esperaba un retroceso de la superficie de maíz de 400.000 ha respecto al ciclo pasado, el recorte del área de siembra que se estima en septiembre es mayor y trepa a un total de 600.000 ha. Para este nuevo ciclo se prevé una intención de siembra de 8 millones de hectáreas, lo que resulta en una baja interanual de 7,0%. Desde la Bolsa rosarina indicaron que las razones son las mismas que se destacaban hace un mes: la sostenida falta de agua durante los últimos 36 meses sobre la región pampeana —en especial en el centro, oeste y norte— que se ha intensificado en las últimas 3 estaciones y los pronósticos de una tercera Niña consecutiva.
La soja, por su parte, vuelve a ajustarse con una suba. Esta vez con 200.000 ha más que dejarán de sembrarse con maíz para subir el número de intención sojera a 17 millones de hectáreas. El aumento sería de 900.000 hectáreas, un 5,6% más que en el 2021, señalaron desde GEA. De esta manera, se estaría ante una producción de aproximadamente 48 Mt, tomando 400.000 ha como promedio de superficie perdida o no cosechada.
El ingeniero agrónomo Fernando Botta, socio Gerente de Agrobrokers SRL, brindó apreciaciones sobre el escenario productivo nacional e internacional y su impacto en el mercado granario. “El escenario local tiene un elemento adicional que es el clima, que está muy complicado. El trigo fuera de la zona del sudeste Buenos Aires ha perdido, todo que el poco que se sembró debe haber perdido el 50% de su potencial de rendimiento, si le llueve ahora. Encima algunos pronósticos dan alguna posibilidad de niño sobre marzo, abril y mayo, lo cual sería una bomba perfecta”, relató.
Desde lo internacional el analista de mercado apunto que existe un factor interesante para trigo y maíz y tiene que ver con que a Estados Unidos no le sobra soja. ”El informe de oferta y demanda de septiembre del Usda recortó 600.000 hectáreas del área sembrada y eso llevó los stocks de soja en Estados Unidos al nivel más bajo los últimos nueve años. Lo que por ahora define el precio de la soja es el stock americano, o sea que en cuanto ese stock este bajo y se mantenga abajo los precios van a seguir por lo menos con volatilidad y con posibilidad de recuperación. Por ahí hay una buena noticia”, señaló.
Sin embargo, para que en Estados Unidos el stock no baje más de la cuenta el país del norte bajó en dos millones de toneladas la proyección de exportación de soja americanas imaginando que China estaría menos activa en el mercado. “Eso hay que corroborar porque tenemos un año para que eso ocurra, las ventas de soja americanas hasta el momento están muy firmes, o sea que no habría grandes elementos para decir vamos a bajar la exportación de soja”, resaltó.
Botta advierte que el accionar de Estados Unidos tiene que ver con “no poner en alarma a todo el mundo por falta de soja”, sobre todo pensando que sí lloviera la proyección de ofertas sudamericanas es muy grande. “Partiendo de la base de Brasil, que calculan que tendría una producción de 150 millones de toneladas de soja, se compensaría la falta de soja americana. Pero esa parte del mercado todavía está lejos de definirse y hay tres meses de alta volatilidad en el mercado que se debería aprovechar para armar estrategias de precio, hasta tanto se defina la cosecha sudamericana”, destacó.
Al analizar el ritmo del mercado granario, el socio Gerente de Agrobrokers SRL también señaló como algo positivo que si bien Estados Unidos subió la tasa de interés y el dólar se revalorizó, de hecho llegando a la paridad con el Euro, empieza a verse una tranquilidad en ese indicador. “Probablemente también tengas un par de meses del dólar index más tranquilo y ello también le podría poner un poquito de presión al mercado de commodities y en la medida que baje el dólar, o se acomode, podría poner un poco más de especulación en el mercado commodities. Desde este punto de vista los próximos tres meses son bastante interesantes”, resaltó.
La intención de siembra
Botta reseñó que lo primero que se observa es que “casi no va haber maíz de primera” y se ha volcado toda la intención de siembran a maíz de segunda dado que el año pasado fue una gran campaña de maíz de segunda contra una muy mal campaña de primera. Por otro lado, también ocurre que sin lluvia no hay perspectiva de mucha siembra de primera. “Eso cambió un poco la estacionalidad del maíz. Se espera una caída de la intención de siembra nacional de maíz a manos de la soja por una cuestión de costos y sobre todo si el financiamiento al sector va a estar muy apretado”, indicó.
En ese sentido, subrayó que “la soja vuelve a ganar algo y no por rendimiento económico sino por menor costo de implantación”. Esta situación “no es muy alentadora para el sector”, dijo y explicó: “En realidad cuando coseches esa soja, si bien la sembraste con menos costo, también vas a tener menos ingresos”.
Además, Botta consideró que es preocupante el tema del maíz y por eso recomendó a los productores que preparen una cobertura de precio porque se espera una gran área de siembra de maíz tardío Argentina, pero en Brasil también espera una gran área de maíz tardido. “Vamos a concentrar casi toda la producción de maíz de América en junio, julio, agosto, septiembre de la campaña que viene con lo cual podemos tener un embudo, ahí podemos tener una puerta 12. Es interesante que los productores estén alertas de esa situación que va a ser la primera vez que pase. En tres meses vas a tener una sobre oferta, la verdad es la primera vez que de Argentina va a sembrar tanto maíz tardío, Brasil también va a aumentar el área de maíz tardío y Estados Unidos sigue con su política de muy buena producción. Hay que estar alerta para cubrir los precios de la campaña 22/23 de maíz tardío”, señaló
Otro tema a tener en cuenta en este ciclo tiene que ver con que el financiamiento se va encareciendo día a día, aunque destacó que hay herramientas para conseguir financiamiento con tasa negativa, se va a mercado futuro, por ejemplo. “El problema es que no hay mucho financiamiento y eso pasa en una campaña complicada de soja y un el maíz de primera que te puede haber hecho perder un poco de liquidez y una campaña muy complicada de trigo y legumbres. En esta zona se sembró el 40% de los proyectado y ese 40% va a rendir 50% de los proyectado, así que llegar hasta mayo del año que viene va a ser todo un desafío”, precisó.
En el complejo escenario productivo, los instrumentos que brinda el mercado granario se consolidan como resguardo de valor. Aunque depende mucho de cada productor la opción elegida, y el mes de septiembre fue la excepción al ritmo del año por la puesta en marcha del dólar diferencial para la venta de soja “los productores estaban administrando las ventas, se estaba vendiendo muy poco en función de las necesidades dado que a veces los productores tenían miedo que se descalcen si tenían pesos”.
“Se vio una campaña bastante tranquila en la comercialización de todos los granos, que fluctuaba en función de necesidad de puntuales de compra de insumos o alguna de consumo, pero con un ritmo muy tranquilo. Ahora cambió y se aceleró por la oportunidad que salió con el dólar soja pero lo que definió la campaña hasta acá hasta era un movimiento de venta muy tranquilo y en función de las necesidades puntuales de cada productor, en función de tener algo en que aplicar las ventas”, detalló.
Botta indicó que los productores que trabajan con Agrobrokers este año se volcaron mucho a cobertura de precio de los granos almacenados sin necesidad de poner en juego el físico. “Muchos productores que empezaron a usar las herramientas como las opciones para protegerse frente a una baja sin necesidad de modificar o mover el grano físico. Nosotros hemos tenido un aumento muy importante de volumen del movimiento de opciones. Cosa que vemos con un enorme placer porque es una herramienta que es elemental para el productor a la hora de poder cubrir su variación de precios sin necesidad de moverse o deshacerse del físico”, precisó y resaltó que “es una cuestión de animarse” ya que se trata de una “herramienta muy fácil de usar”.
En rigor, explicó que lo primero a tener en cuenta: “Hay que aceptar que puede haber una pérdida controlada, si tenés que invertir y comprar una opción en 4 dólares por toneladas y posiblemente no la use si el mercado te va a favor. Es como la póliza de un auto, siempre esperas no chocarlo. Vimos que mucha gente entendió eso, de que cuando usaban las opciones para cubrir el stock almacenado estaba pagando una mínima prima en concepto de cubrir un riesgo a la baja que podía ser diez veces más alto que la inversión. Este año particularmente dieron muy buenos resultados. Arrancaste con una soja a 470 en abril terminaste con 360 hace un mes atrás y te diría con 330 ahora. Imaginate que el productor que cubrió soja de los 450 a los 380 o 330 hoy casi le ganó estamos 100 dólares por toneladas. Podría haber embolsado los 100 dólares de diferencia a 140 y haber vendido la soja hoy a 200 a 330 dólares con 200 dólares el tipo de cambio. Una jugada muy importante realmente, que destacados de esta campaña”.
Estrategia de cobertura
Bota subrayó que si bien hay que esperar aún cómo actúa el clima, dijo que “es necesario en los tres o cuatro meses de volatilidad que va a dar el mercado poder armar alguna estrategia de cobertura”. En ese sentido destacó: “Hay que sentarse armarla y no dejarla pasar. Más en esta campaña donde venís de stock bajos y si se da una muy buena campaña Sudamericana podés tener una recomposición de stocks mundiales”.
Por último, reflexionó sobre el conflicto Rusia-Ucrania y el impacto en el mercado granario. “Es otro dato alentador para el mercado, lamentablemente pasa esto por supuesto, pero la campaña de siembra de trigo ucraniana va a estar un 45% por debajo de las campañas anteriores, lo cual le va a poner presión al mercado de trigo. Y lo mismo con el maíz. Ucrania se había convertido en el segundo exportador mundial de maíz y claramente va a tener un impacto como tuvo en el trigo. Eso también va a ayudar a darles sostén a los mercados de soja y maíz”, detalló.
Además, recordó que a este escenario hay que agregarle el conflicto en Armenia y Azerbaiyánesa. “Es otra parte de la política mundial que no es sencilla y termina afectando los precios. También India acaba de restringir las ventas de arroz. Todas esas cosas terminan impactando en los mercados. Si cada país empieza a querer controlar sus granos lo único que pasa es que todos los granos terminan subiendo. No son políticas tan comunes, pero la implementan países como India que en el caso del arroz tiene un volumen muy importante”, reflexionó sobre cuestiones que patean el tablero en el mercado global.