El programa de monitores territoriales apuntó a relevar las necesidades de los profesionales en el territorio.
Durante varias semanas, un grupo de cinco ingenieros agrónomos especialmente entrenados recorrió parte del sur de Santa Fe con una misión: relevar las necesidades, aspiraciones y problemáticas relacionadas con la labor cotidiana de los profesionales en el terreno. El proyecto de monitores territoriales fue diseñado para auscultar el territorio y poder así orientar las respuestas institucionales por parte del Ciasfe.
Victoria Campos es Ingeniera Agrónoma (MAT 82-2-1397) egresada de la facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, docente e investigadora de la asignatura Introducción a los Sistemas de Producción Agropecuarios. Es también la profesional que se encargó de analizar las encuestas que hicieron los 5 monitores en el área geográfica que cubre la 2da circunscripción.
Metodología de trabajo
“Recibí la información de parte de Héctor Chiaramoni, que fue quien me conectó con los monitores. Mi trabajo fue analizar 240 encuestas, sistematizar esa información y ordenarla en torno a algunos grandes temas como la problemática laboral relacionada a la labor profesional, las problemáticas relacionadas con el propio Colegio de Ingenieros, y finalmente cómo imaginaban los profesionales consultados la respuesta del Colegio a estas problemáticas”, dijo Campos, quien también procesó las respuestas en torno a la red de relaciones que cada ingeniero agrónomo consultado manifestó tener en su lugar de trabajo o localidad.
Para llegar a los resultados finales, la profesional sistematizó la información recabada por cada monitor, a lo que le agregó un análisis y un resumen, siempre por cada uno de los ingenieros agrónomos que hicieron el trabajo de relevamiento en el terreno. A eso se le sumó un resumen general que tomó toda el área de influencia del proyecto.
Problemáticas generales
Campos explicó que, como tendencia general de las encuestas analizadas, sobresale el tema de la problemática laboral en relación a la remuneración que reciben los profesionales por sus labores. “Fue la respuesta que salió con mayor frecuencia, ya que una mayoría de los entrevistados manifestó percibir una remuneración menor a la que le correspondería por el trabajo realizado”, dijo, para agregar que a eso se sumaron como problemas tanto la competencia desleal entre empresas del sector, como la actividad de profesionales no matriculados.
También surgió como un foco de preocupación el estar o sentirse involucrados en los conflictos socio ambientales que generan las aplicaciones de fitosanitarios en zonas periurbanas.
El Ciasfe ante el espejo
En relación a la relación con el Colegio, apareció con frecuencia una crítica hacia la unidad de cobro medida en AGROS, cuyo valor no representa la realidad de los profesionales, según expresaron en las encuestas. A eso se sumó una percepción general de cortocircuitos en la comunicación entre el Ciasfe y los profesionales que están en el terreno, que reclamaron un mayor acompañamiento y presencia institucional de la institución hacia los matriculados.
“Surgió una sensación de falta de respaldo institucional en los momentos de enfrentarse a los problemas de lo cotidiano, como por ejemplo el tema del cobro. Muchos profesionales manifestaron que tienen que sentarse ellos a discutir cuánto cobrar un trabajo, algo que tendría que estar reglamentado o tarifado para que sea más claro, mientras que otros dijeron que pensaban que el Colegio debería ser quien discuta esto, no cada uno de manera individual”, relató la profesional.
Diagnóstico y respuestas
¿Para qué sirven este tipo de relevamiento en el terreno? Campos fue clara en ese sentido: “esto es un tipo de diagnóstico que es una herramienta fundamental para una institución, ya que el Colegio se hace a partir de los matriculados y tiene que poder responder a sus demandas y representarlos también”.
En ese sentido, saber qué piensan, precisan y exigen ayuda a tener un mejor registro de las necesidades, pretensiones, problemas y situaciones que enfrentan en su labor cotidiana. “El apoyo por parte del Colegio es fundamental, es un ida y vuelta porque la institución se hace a partir de los matriculados, y las líneas de trabajo y los programas de trabajo tienen que salir en base a esas necesidades”, agregó la profesional.
Se trata, en definitiva, de aceitar y potenciar al máximo el vínculo entre el Ciasfe y los profesionales que hacen su trabajo día a día en el terreno y llevar este encuentro a toda la geografía, no sólo a la sede de la institución. “Es muy importante que el Colegio vaya al territorio y se encuentre con los actores, que no son solo los matriculados, ya que también hay empresas y otras instituciones privadas y públicas cuyas líneas de trabajo condicionan la labor profesional de los ingenieros agrónomos. El Colegio debe estar al tanto de eso, e intervenir si es necesario” agregó la especialista.