El programa diseñado desde el Ciasfe busca acercar al Colegio a la realidad cotidiana de los ingenieros agrónomos.
A finales del año pasado desde el Ciasfe se puso en marcha un programa de monitores territoriales que, de la mano del trabajo de cinco profesionales especialmente capacitados para las encuestas, se puso como objetivo escuchar de primera mano las necesidades y anhelos de los ingenieros agrónomos de la región.
Las preguntas estuvieron englobadas en dos grandes espacios: las problemáticas profesionales y las laborales, con la idea de obtener la máxima información posible sobre las condiciones de trabajo, las expectativas y los desafíos diarios del trabajo de los ingenieros agrónomos en ámbitos públicos y privados.
La vinculación con el Colegio, el aspecto económico y las responsabilidades de los ingenieros agrónomos en temas socialmente sensibles como las aplicaciones con fitosanitarios son algunos de los ejes principales de la información que va apareciendo de las encuestas.
Escucha cercana
Héctor Chiaramoni, integrante de la Comisión de Asuntos Gremiales del Colegio y uno de los responsables del programa, se mostró “muy contento” con los resultados y con la llegada que los monitores han tenido con los profesionales en diferentes puntos del sur de la provincia. “Nos van diciendo que tienen buena recepción a pesar de que el momento es algo complicado, entre la gente que está de vacaciones y los que están aislados por el Covid-19. La recepción en general es buena”.
A medida que el trabajo de los monitores se acerca a su fin (ya se visitaron más de 73 comunas y se entrevistaron a otros tantos profesionales), desde el Colegio se van recopilando las encuestas y se arman estadísticas a modo de base de datos para tener información de calidad y actualizada sobre la realidad profesional de los ingenieros agrónomos y sus condiciones laborales.
“Estos datos nos sirven de termómetro para ver las problemáticas sobre las que tenemos que actuar. las encuestas nos brindan una información muy útil y luego hay que buscar la mejor manera de aprovechar toda esta información, que nos sirve para saber con precisión en qué aspectos el Colegio está yendo por el buen camino y también aquellas cosas que haya que corregir o mejorar”, dijo Chiaramoni, para quien la información recogida es “interesante y útil”.
Monitores en acción
Pablo Serrano, recibido en la UNR en el año 1992 y con experiencia tanto en la parte comercial del sector como en la producción, tuvo a su cargo una zona que cubrió localidades como Arroyo Seco, Theobald, General Gelly, Peyrano, Santa Teresa, Pavón Arriba, Bigand y Bombal. “Cuando me contactaron para formar parte del equipo de monitores estaba trabajando de forma independiente y me resultó un lindo desafío. Siempre sentí que el Colegio me ‘controlaba’ en mi desempeño profesional y esta vez es al revés, y me interesó esa propuesta”, explicó. “Tuvimos varias reuniones, me capacité y después largamos con el trabajo, hay mucha gente para ver”, sintetizó.
Leonardo Masci es otro de los profesionales que forma parte del equipo de monitores que cubre sobre el departamento San Lorenzo y algo de Rosario. Tras recibirse en Zavalla en el año 2.000 comenzó su vida laboral trabajando en tasaciones agrícolas, para pasar luego a una multinacional, dentro de la parte de desarrollo de agroquímicos. Desde el año 2008 la mayor parte de su actividad está centrada en seguros, peritajes y liquidación de siniestros, así como en una explotación familiar cercana a la ciudad de Rosario.
“Me pareció que había un vacío de la actividad del Colegio, desde que me recibí no había tenido casi nada de vinculación y el proyecto me pareció interesante, algo así como un trabajo de extensión” apuntó el ingeniero agrónomo, para agregar: “en realidad el Colegio somos nosotros por eso me pareció positiva esta salida del Ciasfe como institución al territorio”.
Mejores vínculos, la clave
Tanto Chiaramoni como los monitores coincidieron en señalar la necesidad expresada por los profesionales de sentirse más cerca del Colegio y de potenciar los vínculos entre la institución y los matriculados. “Estamos viendo una necesidad de los colegas en el territorio de contactarse con otros colegas y poder generar vínculos que vayan más allá de la parte técnica, con especial énfasis en lo profesional”. En líneas generales, señaló Chiaramoni, lo que ha aparecido es una tendencia a considerar que el Colegio está alejado de la realidad cotidiana de los profesionales: “algunos colegas han expresado que se sienten ausentes del colegio y sienten que el colegio está ausente de su trabajo diario, va en los dos sentidos, dentro de una gama amplísima de opciones y comentarios”, agregó.
Para Serrano, a medida que se avanza con las encuestas aparece como déficit un contacto más frecuente entre los profesionales y el Ciasfe: “aparece como demanda la necesidad de mejorar el contacto con el Colegio, creo que una mayoría lo expresa así, aunque por supuesto también hay gente con muy buena conexión”.
Masci, por su parte, remarcó la enorme variedad de trabajos que llevan adelante los ingenieros agrónomos, que van desde ocuparse del césped de un campo deportivo a la venta de insumos pasando por los seguros, y desde las cooperativas locales a empresas multinacionales: “el abanico es muy grande y por intentamos que el muestreo de las encuestas sea lo más representativo posible. No hay dos perfiles iguales”.
Fitosanitarios, agenda sensible
Serrano destacó la intención del Colegio de reforzar el apoyo legal a los profesionales que trabajan en las comunas en relación a las aplicaciones de fitosanitarios: “la gente está muy sensibilizada y es muy importante que Colegio pueda asesorar a los matriculados que son regentes o veedores, porque son profesionales con mucha responsabilidad. Se trata de una preocupación muy presente y el Colegio está muy interesado en dar apoyo y asesoramiento en este tema”.
Masci coincidió en señalar que para las comunas e intendencias y para los propios profesionales, lo más conflictivo “siempre está relacionado con la ley de fitosanitarios y el de veedor de las aplicaciones periurbanas”. “Es un tema muy actual que se lleva la atención más general”, afirmó. “Sacando lo salarial, desde lo profesional a veces es difícil el rol del ingeniero agrónomo porque cada comuna se maneja distinto y no hay una ley que unifique los criterios, en cada comuna es un mundo diferente con las aplicaciones”. Esto también se ve reflejado en las condiciones laborales de los profesionales, ya que hay ingenieros que son empleados de las comunas mientras otros cobran honorarios al productor por la receta. “Es todo un tema y hay que ver cómo mejorar, no es que está todo mal pero sin duda hay que mejorar”.
Otros desafíos
Entre las informaciones que han aparecido en las respuestas de los profesionales encuestados, el tema económico tiene un lugar de importancia. Así lo detalló Serrano, que puntualizó que una demanda puntual tiene que ver con el pago de las recetas para aplicaciones, algo que exige una gran responsabilidad y que muchas veces no se retribuye de manera adecuada.
También apareció el tema de las discontinuidades que a veces tienen los proyectos o incluso los vínculos laborales con las comunas cuando llega el momento del recambio político.