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Más trabajo territorial para afianzar el vínculo entre el Ciasfe y los profesionales

Un grupo de monitores territoriales “bajó a la calle” para acercar a los ingenieros agrónomos al Colegio.

Recorrer el territorio, afinar la escucha y estrechar los vínculos entre las partes. Con esa meta, el Ciasfe puso en marcha un programa de monitores territoriales mediante el cual un grupo de profesionales especialmente preparados recorren la provincia para escuchar, de primera mano, las inquietudes, propuestas, sueños e inquietudes de los ingenieros agrónomos y poder así armar una extendida red que mejore tanto la llegada como las propuestas de trabajo del propio Colegio en relación a sus representados. 

La tarea de estos monitores tiene como objetivo principal relevar el trabajo de los profesionales tanto en las instituciones públicas como en las empresas privadas en relación a dos ejes centrales: sus condiciones laborales y las profesionales. 

Antecedentes

Héctor Chiaramoni, protesorero del Ciasfe e integrante de la comisión de Actividades Gremiales, contó cómo fue el inicio de esta idea: “Cuando arrancó esta nueva gestión comenzó a gestarse una idea que ya daba vueltas y era la de salir a la calle a visitar a los colegas para poder escucharlos en su territorio, no dentro del ámbito del Colegio”. Fue así que, en primer lugar, se hizo una reunión con una docena de profesionales de la zona de Armstrong que sirvió como germen para el proyecto de monitoreo.

“Les comentamos a los colegas nuestras intenciones y del otro lado recibimos lo que habíamos ido a buscar, incluidas las críticas por la distancia que sentían por parte del Colegio hacia los profesionales que trabajan en el territorio. Fue un termómetro que nos marcó que había que salir de nuevo a la calle”

A partir de allí se establecieron dos tipos de problemáticas: la primera tiene que ver con aquellas vinculadas a lo profesional como honorarios, salarios y tipo de relación laboral con la institución o empresa contratante. A eso se sumaron las problemáticas de índole laboral o relacionadas con el ejercicio diario de la profesión, como los conflictos que suelen aparecer en torno al tema de las pulverizaciones en los periurbanos. 

A esa primera reunión le siguió otra en la zona de Bigand con otra docena de colegas justo antes del estallido de la pandemia, en marzo de 2020. A partir de allí se siguió trabajando en modo remoto, compartiendo experiencias vía correo o por teléfono. A partir de la imposibilidad de juntarse que planteó el Covid-19, surgió la idea de cambiar la metodología: no ya organizar masivas reuniones, sino ir a visitar a los colegas al territorio: “Ahí generamos el programa Volver al Territorio a través de estos monitores territoriales”.

Convocatoria de monitores

El Colegio, a través de la comisión de Actividades Gremiales, abrió una convocatoria para cubrir los puestos de monitores. “Convocamos a los profesionales y se presentaron 12 colegas, es un trabajo a medio tiempo 60 días” puntualizó Chiaramoni, quien agregó que se trata de trazar un panorama lo más detallado posible de las condiciones laborales y profesionales de un amplio universo de ingenieros agrónomos que trabajan en ámbitos tan diversos como el de las aplicaciones de fitosanitarios, compañías de seguros, bancos, fábricas de maquinaria agrícola, acopios, puertos, postcosecha y fábricas de alimentos balanceados: “Tenemos un universo muy grande de acción por suerte, la carrera tiene esa parte”.

División de tareas

Se decidió dividir la acción de los monitores en tres grandes áreas: primero, la visita a los 91 municipios de la circunscripción para “peinar” el territorio y el trabajo que hacen los profesionales. Segundo, seleccionar a 90 instituciones de la región relacionadas con la aplicación de la ley 11.273 de Fitosanitarios, y finalmente llegar a unas 90 instituciones independientes donde haya un ingeniero agrónomo trabajando. 

“La idea central es volver a la calle, acercarnos a los colegas y tratar de vincularnos desde lo profesional. Estamos en el Ciasfe, nuestra función es acompañar al ingeniero agrónomo haciéndole conocer las leyes y las alternativas profesionales”, sintetizó Chiaramoni. La información se recoge a través de una encuesta que indaga sobre algunos puntos generales que cubren las grandes problemáticas que enfrentan los profesionales, para luego enfocar en preguntas más puntuales relacionadas con las zonas geográficas y las actividades específicas.

En primera persona

Daniel Calaon es uno de los profesionales encargados de hacer el monitoreo territorial. Se recibió de ingeniero agrónomo en 2008 y enseguida comenzó a trabajar en una empresa agroquímica de Bustinza en la parte comercial y técnica, y como parte del semillero hasta el año 2013. A partir de allí ejerció la profesión de forma independiente asesorando a productores y con su empresa familiar: “He hecho un poco de todo, si bien siempre con alguna dedicación más fuerte intento mechar con cosas que me gustan como el tema de arbolado”, dijo.

Se enteró de esta oferta a través de la bolsa de trabajo del Colegio: “Lo vi y como gracias a mi trabajo en Buenas Prácticas ya conocía a gran parte de quienes están con este tema, me pareció interesante sumarme”, dijo, para agregar que pensó que se iban a tocar temas más puntuales, pero en cambio “es algo abierto”.

“La idea es buscar a los ingenieros agrónomos y comunicarles cuál es la tarea del Colegio” señaló Calaon, a cargo de la zona de los departamentos Iriondo, Belgrano y San Lorenzo.

“Ya se había planteado esto de buscarle una pata más sindical al Colegio, tratar de ponernos de acuerdo entre todos y encontrar una base común. El lugar que nos representa es el Colegio, es allí que podemos avanzar con una base de entendimiento y no con arrestos individuales”, razonó el profesional. 

Otro de los monitores que ya está trabajando en el territorio es el ingeniero agrónomo José Cassini, quien actualmente es coordinador de ventas de la empresa Palo Verde. Para Cassini “siempre estuvo la necesidad de que el Colegio esté más próximo a los profesionales”, por lo que esta convocatoria le resultó “una excelente herramienta para revertir los años durante los cuáles hubo esta carencia”.

“Tengo expectativas, en estos días que me toco entrevistar a los colegas lo recibieron de igual forma, era algo que faltaba y una de las carencias más grandes que manifiestan fue justamente la falta de comunicación o de acercamiento por parte del Colegio hacia ellos”, puntualizó Cassini, quien cubre la parte oeste de la segunda circunscripción.

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