El ingeniero agrónomo Fernando Salvaggiotti compartió recomendaciones claves para llevar adelante en el campo.
La fertilización busca garantizar que los cultivos reciban los nutrientes esenciales necesarios para alcanzar su máximo potencial productivo, así como para mejorar la calidad de la cosecha. Es un componente clave en la gestión agronómica y, además, incrementar los rendimientos esta práctica desempeña un rol crucial en el mantenimiento de la fertilidad del suelo, compensando los nutrientes que se extraen con cada ciclo de cultivo y asegurando la sostenibilidad de la productividad a largo plazo.
Según datos preliminares de Fertilizar AC, se estima un crecimiento del mercado de fertilizantes del 5% aproximadamente en la campaña 2024/5 respecto de 2023/24. El relevamiento “Uso y nivel tecnológico aplicado a la campaña 2023/24 realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires -recientemente presentado- marcó que durante la campaña 2023/24, el consumo total de fertilizantes para estos cultivos alcanzó 3,9 millones de toneladas, lo que representa una disminución del 5% en comparación con la campaña anterior.
El ingeniero agrónomo Fernando Salvaggioti (Mat. 82-2-0719), investigador de Inta y del Conicet en Inta Oliveros y magister en producción vegetal, compartió recomendaciones claves sobre fertilización para llevar adelante. En primer lugar, resaltó la importancia de no basarse únicamente en la memoria o en prácticas pasadas al momento de fertilizar y enfatizó la necesidad de realizar un análisis completo del suelo para tomar decisiones correctas.
“Realizar un análisis de suelo previo a la fertilización es fundamental en el agro, ya que permite conocer en detalle las condiciones del terreno. Esta información resulta clave para ajustar las dosis de nutrientes según las necesidades específicas de los cultivos, optimizando los rendimientos y reduciendo los costos”, dijo.
El análisis de suelo no se trata de un gasto, sino de una inversión que permite optimizar el uso de fertilizantes y mejorar la rentabilidad del cultivo, sostuvo Salvaggioti. Este análisis debe ir más allá de la simple medición de nitrógeno, fósforo y potasio, e incluir otros elementos como calcio, magnesio y potasio.
Análisis efectivo
¿Cuáles son las recomendaciones principales para una fertilización efectiva? El especialista de Inta Oliveros consideró que es fundamental realizar análisis completos de suelo.
“El diagnóstico tiene dos aristas, lo que sale el fertilizante y lo que vos ganarías por fertilizar. Muchas veces la aplicación que se hace es de bajo riesgo, entonces a veces no se aprovecha el potencial de rendimiento de los ambientes para poder sacar más producción. La otra arista es que la fertilización se hace de memoria, una dosis fija, y no se tiene en cuenta el análisis de suelo. Desde Inta empezamos a recomendar el análisis de suelo. En base a eso podemos tomar la decisión”, apuntó.
El análisis de suelo es la recomendación número uno para determinar las necesidades específicas de cada lote. Salvaggioti propuso no fertilizar “de memoria” ya que las prácticas pasadas y la intuición no son suficientes para una fertilización eficiente.
También es bueno considerar el umbral de cada nutriente. “Es importante conocer el umbral mínimo de cada nutriente para evitar deficiencias que afecten la producción. En la región nuestra, sur de Santa Fe, tenemos déficit de fósforo que es crónico. Solamente en algunos planteos mejoró un poco, pero muchas veces no alcanza para el cultivo”, recordó.
Salvaggioti apuntó que es clave ajustar la fertilización a cada cultivo ya que diferentes cultivos tienen distintas demandas nutricionales y adoptar un enfoque integral. La fertilización debe ser parte de un sistema de producción que incluya rotación de cultivos, incorporación de leguminosas y un manejo integral del suelo. “Evidentemente la deficiencia más grande que tenemos es la de nitrógeno, tiene que ver con la demanda del cultivo básicamente que genera cierta degradación del suelo al tener cultivo de alta producción. Es clave ver cuánto va a aportar el suelo y la demanda que tiene la producción”, sugirió y agregó que: “Otra deficiencia es la de azufre, y de otros micronutrientes como zinc, boro, aunque muy disperso”.
El experto destacó la importancia de trabajar en conjunto con un profesional para interpretar los resultados del análisis de suelo y diseñar un plan de fertilización a medida para cada situación. Un manejo adecuado de la fertilización no solo aumenta la rentabilidad del productor, sino que también contribuye a la sustentabilidad del sistema productivo a largo plazo. “Desde Inta proponemos hacer análisis completo del suelo, no todos los años se hace, pero además de fósforo, materia órganica, PH, o nitratos hay que completar otros análisis no convencionales como son calcio, magnesio, potasio para poder un diagnóstico”, detalló el ingeniero agrónomo, para quien “la única forma de contar con sistema de producción fértiles es contar con aplicaciones”.