Por normativa provincial, los acopios deben cumplir ciertos requisitos y contar con un profesional habilitado.
El ámbito de la poscosecha se profesionaliza de la mano de normativas y capacitaciones que abren una interesante ventana profesional a los ingenieros agrónomos de toda la provincia. Según cuenta el ingeniero agrónomo Ricardo Renaudo (MAT 82-4-0312) ya en 2014 comenzó a circular una normativa ministerial que mencionaba la necesidad de ordenar la actividad en ese rubro, lo cual quedó debidamente detallado en otra resolución del ministerio de la Producción del año 2017 que explica que las empresas que realicen acopio de granos almacenados deben estar inscriptas tanto en ese ministerio como en el de Medioambiente. “Se trata de una resolución interministerial que contempla la figura del ingeniero agrónomo y de la receta de poscosecha, una receta que fue diseñada desde la cartera de Producción que es muy completa que no deja detalle sin cubrir. Esa receta debe ser completada por un profesional que tenga un curso habilitante para manejo de poscosecha”, dijo Renaudo.
El papel del Colegio
En base a lo que establecen las sucesivas resoluciones ministeriales de la Provincia, desde el Colegio comenzó a dictarse un curso por año. En primera instancia hay un curso inicial introductorio que lo brinda la cartera de Producción: se trata de un curso de modalidad virtual que, según explicó el profesional, es una capacitación “muy profunda” que tiene varios módulos y que dura un par de meses. “Es una introducción muy completa durante la cual se ven todos los aspectos de manejo de cereales, tanto tratamiento como conservación de los mismos en una planta de acopio, por eso hay módulos de manejo de fitosanitarios y de confección de la receta agronómica”, argumentó Renaudo.
Es sobre la base de esa legislación que el Colegio hace cada año un curso de actualización “para que los colegas se sigan capacitando”, como el último que fue sobre control de roedores en las plantas de acopio. “Lo que buscaron los ministerios con esas resoluciones fue encuadrar la actividad, reglamentarla y regularla para avanzar en un uso correcto de los productos de control de plagas en granos almacenados”.
Mayor difusión
Según planteó el ingeniero agrónomo, la existencia de estas normativas de alcance provincial no tienen todavía toda la difusión que deberían tener, lo cual hace que existen plantas de acopio que las desconocen, a pesar de tener ya varios años. “Hoy en día para trabajar en toda regla hay que habilitar la planta de acopio en el ministerio de Medioambiente, luego inscribir esa planta y finalmente designar un operario y mencionar las aplicaciones que se hacen ante Desarrollo Productivo”, señaló Renaudo.
No debe descuidarse esa parte burocrática -dijo-, como la inscripción en Medioambiente. “Hay que seguir ciertos protocolos de categorización ambiental de la planta, con un posible estudio de impacto ambiental, según las dimensiones de la planta”, detalló el ingeniero agrónomo. Esto les da a las empresas del rubro la posibilidad de alinearse con las normativas vigentes para poder así anotarse como prestadoras de servicios, para lo cual tienen que tener un colega que haga las recetas de aplicación para el tratamiento de esos granos almacenados.
Más profesionalización
Lo que buscan tanto el Ministerio como el Colegio es que las empresas de acopio estén en línea con esta normativa y marco regulatorio, que sirve tanto para ordenar la actividad como para darle un mayor grado de profesionalismo al manejo de granos almacenados.
En ese punto, Renaudo explicó que la comisión de poscosecha del CIASFE forma parte de la comisión de Fitosanitarios, que viene trabajando desde hace un tiempo. “A partir del año 2017 lo incluimos dentro de la comisión y empezamos los cursos para esta temática”. A pesar de todo esto, el profesional señaló que todavía existen colegas “que desconocen que está reglamentado”, si bien el Colegio lo menciona en cada una de sus capacitaciones. “Muchos de los titulares de las empresas del rubro no lo saben, por ese motivo todavía cuesta darle más profesionalismo a la actividad, por el desconocimiento que sigue habiendo”, dijo.
“Ocuparse de la poscosecha está dentro de las incumbencias de los ingenieros agrónomos, pero aún no está generada la demanda por el desconocimiento de muchos propietarios de plantas de acopio respecto a las normativas existentes. Quizá sea función del ministerio de Desarrollo divulgar mejor estas normativas”, argumentó.
Finalmente, Renaudo explicó que, si bien los graduados terminan la facultad con “un buen conocimiento básico”, para poder realizar tareas de poscosecha en plantas de acopio “hay que hacer el curso introductorio del ministerio y luego actualizarse permanentemente”, ya que de forma continua hay cambios tanto a nivel tecnologías como en productos y métodos de control.