La provincia pone en marcha la propuesta de Campo Limpio y habrá 13 centros de almacenamientos en todo el territorio. El rol del ingeniero agrónomo.
Santa Fe se suma al sistema de gestión integral de envases vacíos de fitosanitarios de Campo Limpio y, en breve, la provincia contará con 13 Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT). Así, el ecosistema agropecuario podrá gestionar de manera responsable y comprometida con el medio ambiente uno de los desechos más controvertidos del sector, ya que Santa Fe es la tercera provincia del país en cuanto a cantidad de vuelco de plástico.
El Sistema de Gestión Integral de Envases Vacíos de Fitosanitarios de Campo Limpio se aprobó el pasado 22 de septiembre en Santa Fe a partir de una resolución conjunta entre las carteras provinciales de Producción, Ciencia y Tecnología; y de Ambiente y Cambio Climático. El plan aprobado por las autoridades santafesinas habilita la presencia de Campo Limpio a lo largo de 19 departamentos de toda la provincia.
La Ing. Agr. Paola Martínez, coordinadora para Santa Fe y Santiago del Estero de Campo Limpio Argentina (MP 82-03-0189), contó que mientras se desarrollan los procesos correspondientes a la instalación de los CAT, que serán 13 en la provincia, el despliegue territorial de la asociación iniciará con jornadas itinerantes de recepción en las regiones donde hay mayor generación de envases vacíos asociado a la producción agropecuaria. “Esto está programado para que suceda antes de cumplidos los 30 días desde la aprobación”, apuntó.
La iniciativa, que se enmarca en la Ley 27.279 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para la gestión de los envases vacíos de fitosanitarios, “brindará una gestión adecuada sobre estos residuos, poniendo a disposición del productor agropecuario espacios seguros en los que pueda entregar los recipientes después de usados”, explicó Martínez. En ese sentido, agregó que la misma ley establece que pueden existir oportunidades para implementar mejores prácticas.
Por eso “el sistema se encuentra en constante desarrollo y es evidente que con el tiempo se producirán mejoras”. “La propia ley considera la importancia de adoptar las mejores prácticas disponibles y, a medida que el sistema de gestión avance, aportará una dinámica, experiencia y trayectoria valiosas para su evolución”, se especificó.
El rol del profesional
Campo Limpio tiene la experiencia en otras 20 provincias y desde el 2019 ya se recuperaron más de 9 millones y medio de kilos de plástico proveniente de envases vacíos de fitosanitarios. Frente al nuevo sistema, el rol de los ingenieros agrónomos es fundamental. Martinez explicó que “si bien no están como actores responsables del sistema de gestión, son quiénes determinan a través de sus recomendaciones la utilización de determinados fitosanitarios”. “Así como seleccionan el fitosanitario y recomiendan las condiciones meteorológicas de aplicación, también pueden recomendar cómo es la disposición del envase, el correcto lavado de estos según el sistema de gestión”, resaltó quien también es parte de la comisión directiva del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe (Ciasfe) 3ª Circunscripción.
Desde Campo Limpio explicaron que la eficiencia del sistema es compartida con todos, así lo decreta la Ley 27.279, que establece las responsabilidades para los actores de la cadena a lo largo del ciclo de vida del producto fitosanitario. En este sentido, la asociación articula esfuerzos con autoridades municipales, provinciales y nacionales junto a distribuidores, productores y organizaciones del sector para desplegar el sistema en todo el territorio nacional.
Además de los Centros de Almacenamiento Transitorio, el sistema Campo Limpio contempla jornadas de recepción de envases vacíos y concientización en ubicaciones donde no hay un CAT instalado, la plataforma de gestión de CAT para certificar la recepción de los envases vacíos entregados, un programa de capacitación y concientización, y una logística integral para el traslado de los envases que está bajo la normativa vigente de cada provincia.
Responsabilidad
Desde la entidad se explicó que la mayoría de los envases vacíos recuperados por Campo Limpio podrán ser sometidos a un tratamiento adecuado y reutilizados para fabricar caños, postes, fratachos y otros materiales de construcción, así como elementos viales y otros productos, lo que promueve la economía circular.
Campo Limpio destacó que el correcto tratamiento de los envases vacíos de fitosanitarios requiere a su vez de la responsabilidad de los productores. Es importante que los usuarios lleven estos bidones a las jornadas o centros habilitados para asegurar que el plástico se recicle en usos permitidos, prevenir que se utilice para elementos como cubiertos, juguetes u otros usos prohibidos, cuidar al ambiente y a las personas. La autoridad competente de cada provincia define cuáles son los usos permitidos del material valorizado o reciclado.
Para facilitar la puesta en valor de estos desechos, los productores deben entregarlos limpios, según su tipo, para disminuir la cantidad de residuos químicos dentro del envase. En este sentido, previo a su entrega, los envases Tipo A, tal y como establece la norma, deben lavarse manualmente, técnica conocida como triple lavado, o por lavado a presión. Este proceso se realiza con la finalidad de minimizar los residuos del producto fitosanitario, y asegurar que el manejo y tratamiento posterior sean adecuados.
Los envases Tipo B, por su parte, no pueden ser sometidos al proceso de reducción de residuos a través del triple lavado o lavado a presión. Aquellos que sean de cartón, metalizados, bolsas plásticas, entre otros, una vez vacíos deben almacenarse temporalmente de manera segura y entregarse al Sistema de Gestión para que obtengan un tratamiento diferencial. Según establece la Ley 27.279, está terminantemente prohibido, y es delito, la reutilización, abandono, entierro, quema o comercialización de los envases, como así también el uso del material recuperado para elaborar cualquier tipo de productos que, por su utilización o naturaleza, puedan implicar riesgos para la salud humana o animal, o tener efectos negativos sobre el ambiente. Campo Limpio entrega un certificado ambiental al momento de recibir los envases para asegurarle a los productores que estos envases serán tratados dentro del sistema.