El tratamiento de cultivos de ultra alta precisión reduce el uso de fitosanitarios y aumenta el rendimiento de los cultivos. El ingeniero agrónomo rosarino José Marchetti cuenta sobre del desembarco en la Argentina de la pulverizadora ARA de la firma suiza Ecorobotix.
Reducir el uso de fitosanitarios es uno de los desafíos de la agricultura por estos días. También aumentar la productividad de los cultivos. La tecnología y la innovación se han puesto al servicio del sector y trabajan para desarrollar soluciones. Es así que la posibilidad de brindar respuestas a los productores y al medioambiente está cada día más cerca y comienza a aparecer en el mercado lo que todos estaban esperando.
En este marco se inscribe el desembarco en Argentina de Ecorobotix. La empresa de tecnología agrícola con sede en Suiza llegó al país de la mano del ingeniero agrónomo rosarino José Marchetti, quien presentó en sociedad el pulverizador ARA de ultra alta precisión por primera vez en Expoagro. Se trata de un equipo que establece nuevos estándares para el tratamiento de cultivos planta por planta, apoyando en la agricultura sostenible, y puede utilizarse tanto para cultivos intensivos como extensivos.
Durante Expoagro 2023 se anunció la alianza que selló Ecorobotix con Abelardo Cuffia para la comercialización del novedoso equipo en el país. La primera máquina aún no llegó por estas Pampas, pero en un par de meses ya pisará suelo argentino. Los planes son importar las primeras pulverizadoras, para luego desarrollarlas localmente.
El ingeniero agrónomo -graduado en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) a mediados de la década del ‘90- se especializó en agronegocios y a fines de 2014 emigró a Estados Unidos, en donde trabajo primero en una compañía dedicada a las soluciones con imágenes satelitales (Farmers Edge), atendiendo a productores en todo el cinturón maicero y las grandes planicies de Minnesota, North Dakota, South Dakota, Illinois, Iowa, Kansas, Nebraska y luego comenzó a indagar en el mundo de los drones de mapeamiento para agricultura, y así llegó a una de las empresas líder a nivel mundial: senseFly, una firma suiza que estaba en fase de expansión mundial.
“Luego de estar unos 6 años con ellos y trabajando siempre desde Estados Unidos las ventas en Latinoamérica aumentaron desde un 5% a un 30% del total de la empresa, y gracias a ese éxito de desarrollo de negocios me invitaron a sumarme al equipo de trabajo en las oficinas centrales, localizadas en Lausanne, importante ciudad en la región de habla francesa de Suiza. No lo dude mucho que digamos, y nos mudamos con mi familia (mi mujer y 3 hijos) hace ya casi 2 años. Ecorobotix llego casi naturalmente, ya que es una compañía a la que estaba siguiendo desde un tiempo atrás, muy interesado en lo que estaban intentando hacer, y cuando lograron tener un producto comercial, me contactaron para sumarme a trabajar con ellos como gerente para Las Américas, desde Canadá hasta Argentina”, contó Marchetti.
El impacto de la alta ultra precisión
El equipo que desarrolló Ecorobotix proporciona una solución revolucionaria planta por planta y un tratamiento de cultivos de ultra alta precisión que reduce el uso de fitosanitarios (herbicidas, pesticidas, fertilizantes líquidos) en un 70-95 %, al tiempo que aumenta el rendimiento de los cultivos hasta un 5% y reduce enormemente la huella de CO2 de la agricultura tradicional.
“Un conjunto de computadoras a bordo de la máquina va tomando fotos y en tiempo real de avance de la maquina procesan esas fotos e identifican cuál es el cultivo y cuál la maleza y dependiendo de la labor que quiera el productor podemos pulverizar el cultivo en caso de querer hacer un fungicida o insecticida sistémico o la maleza en distintos modos. Selectivo con un producto que el cultivo puede tolerar también o en modos no selectivos, que serían productos que el cultivo no tolera. Hace los algoritmos utilizando la inteligencia artificial dejando una zona de protección donde el producto no va tocar el cultivo”, explicó.
ARA utiliza cámaras e inteligencia artificial (AI) para identificar las plantas individualmente (tanto cultivos como malezas) en tiempo real, y ofrece un tratamiento de cultivo ultra preciso con un área mínima pulverización de 6×6 cm, lo que permite una aplicación precisa de fitosanitarios planta por planta.
Marchetti también destacó que además de la ultra alta precisión hay un segundo gran valor en comparación con los pulverizadores tradicionales que es que tiene cero deriva. “A todos los costados va una cubierta plástica que protege de la luz para que se puedan tomar las fotografías y los algoritmos correctamente, además esos plásticos nos permiten tener la certificación de cero deriva”, explicó al tiempo que destacó que este sistema “abre la puerta a ciertos cultivos extensivo como maíz y soja en áreas periurbanas donde hay actualmente una restricción por protección ambiental y de la población”.
El ingeniero agrónomo -que hace más de 10 años partió del país para trabajar en Estados Unidos y desde hace dos años se mudó a Suiza- contó que Ecorobotix se fundó para ayudar a los agricultores a mejorar radicalmente la agricultura respetando el medio ambiente y reduciendo el uso de productos químicos, el impacto en el suelo, el uso de agua y el uso de energía.
Marchetti apuntó que “los beneficios que trae esta máquina son realmente varios” y se refirió al “gran ahorro de agroquímicos de entre un 40 a 95%”, además de la disminución de la necesidad de hacer tratamientos manuales, algo que creció debido a las malezas con resistencia.
La empresa que busca expandirse en toda América comenzó en Suiza en 2021 a vender las primeras máquinas y en 2022 comercializó sus productos también en España, Grecia, Italia, Alemania, Francia, Holanda, Polonia y República Checha. “Como responsable de Las Américas ya vendimos las dos primeras máquinas en Canadá, estamos en negociaciones con distribuidores oficiales para Canadá y estamos colocando la primera máquina en la costa Oeste de Estados Unidos con una empresa muy grande en Meine y estamos vendiendo las dos primeras máquinas en California, abriendo el mercado junto a distribuidores. El mismo caso para Colombia, Chile y Brasil. En Argentina Abelardo Cuffia fue muy ágil, vio el valor de la tecnología y organizó un viaje con tres ingenieros a Suiza, visitaron la fábrica, y empezamos las discusiones para hacer una alianza estratégica y en Expoagro nos presentamos”, reseñó.
A modo de cierre Marchetti señaló que la responsabilidad de expandir la firma por estas latitudes “es muy grande y exigente, y es un desafío profesional y personal que en gran parte vale la pena porque la visión y misión de la empresa se alinean en dos aspectos fundamentales: ayudar a los productores, y contribuir a cuidar el medio ambiente”.
“Los productores son quienes más quieren y cuidan la Tierra y quienes tienen una tremenda presión desde el punto de vista de la eficiencia para producir más, mejor y conservando el medio ambiente. Cuando tienen la posibilidad de incorporar nuevas tecnologías no lo dudan. Por eso es tan importante que puedan desarrollarse y crecer. Ayudarlos es ayudarnos a todos a construir un mundo mejor”, subrayó.