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Cuidar y conocer el grano desde sus inicios

El ingeniero agrónomo Guillermo Vuelta detalló todas las actividades que pueden llevar adelante los profesionales en un acopio y destacó el valor agregado que significa estar presentes en las diferentes etapas de producción, desde la semilla hasta la comercialización. La importancia de la poscosecha.

Desde que el productor agropecuario siembra una semilla hasta que se transforma en grano para su comercialización hay unas cuantas etapas que atravesar y en ese recorrido la figura del ingeniero agrónomo es clave para lograr los mejores resultados. Y si el trabajo se realiza en conjunto con el equipo de profesionales de un acopio el plus es mayor. “Cuando sabes de dónde sale el grano, sabes el valor que tiene, lo que cuesta producirlo, y cuando te toca venderlo se valora de otra manera”, destacó el ingeniero agrónomo Guillermo Vuelta (Mat. 82-1-0691), gerente de Gálvez Cereales, durante una charla sobre la importancia de la labor profesional en la gestión y asesoramiento técnico que se brinda en el acopio.

Desde la ciudad de Gálvez, localidad ubicada a 120 kilómetros al norte de Rosario, Vuelta contó su experiencia profesional. “Fui tocando varios de los roles y las actividades que puede hacer un ingeniero agrónomo en un acopio”, relató y destacó que se trata de un espacio laboral en el que se puede explorar más allá de los tradicionales supervisión de aplicación de fitosanitarios en la poscosecha de granos y asesoramiento para la venta de insumos.

“Como profesional fui recorriendo varios roles en la parte de siembra y producción, en asesoramiento a clientes desde hace unos 20 años. Después estuve en la parte de ventas de insumos y todo lo que es el manejo de la planta de acopio tanto en la parte técnica como operativamente”, detalló.

En ese sentido, mencionó que si bien en la facultad está incluido en la carrera “granos, todo el acondicionamiento no está tan visto”. Por eso, contó que desde el acopio realizaron capacitaciones para poder llevar adelante la tarea del acondicionamiento y poscosecha.

Aunque hoy Vuelta ya no está en la trinchera -se dedica a la gestión y al negocio de compra venta de granos en los mercados Disponible y futuro- recordó que su tarea en Gálvez Cereales también tuvo que ver con el encuadre a las normativas medioambientales que se fueron impulsando desde la provincia. “Este trabajo actualmente está tercerizado, pero desde 2002 las plantas de acopio en áreas urbanas se tuvieron que adaptar a la nueva normativa y realizamos una serie de mejoras para poder seguir”, puntualizó sobre otra de las tareas que realizó y en las que los ingenieros agrónomos tienen un campo de acción.

En Gálvez Cereales hicieron importantes inversiones para modernizar el sistema de aireación, para la conversión de partículas, para el polvillo que se necesita contener. 

Habitualmente el ingeniero agrónomo que trabaja en un acopio está presente en la poscosecha de granos ya que tiene que haber un profesional responsable de la aplicación de fitosanitarios y como regentes técnicos para la venta de insumos agropecuarios. En el caso que el acopio tenga servicio de pulverización también tiene que haber un agrónomo para generar la receta de aplicación. El asesoramiento técnico al cliente a campo también es una de las actividades. “El agrónomo vende insumos y también asesora en el campo al cliente”, resumió Vuelta.

Pero el gerente de Gálvez Cereales subrayó que al conocer toda la cadena del grano, desde que se siembra hasta que sale del campo y también tener el conocimiento de cómo fue cuidado en poscosecha, el trabajo del ingeniero agrónomo aporta un plus a la hora de comercializar ese grano. “El ingeniero agrónomo puede tener incumbencia en cada parte, por eso el valor agregado. Conoce el inicio y el final, desde que arranca hasta que termina ese grano en la mesa”, subrayó Vuelta.

Entre las funciones del ingeniero agrónomo, sobre el rol de asesoramiento al cliente, destacó el papel clave a la hora de aumentar la producción de una forma sustentable, de una manera eficiente incrementando la productividad y por lo tanto la cantidad de granos. En ese sentido, dijo que el asesoramiento para “la venta del insumo correcto y en el momento correcto” es una de las tareas relevantes del profesional y fundamental para hacer eficiente el uso de fitosanitarios y con el cuidado del medioambiente. También se refirió a la realización de la receta para usar la dosis y la cantidad de producto necesario y justo. 

“Si los llevamos a la parte comercial, el ingeniero agrónomo tiene un plus por conocer lo anterior. Cuando se sabe de dónde sale el grano se encuentra un valor diferencial, lo que estás comprando o vendiendo se ve de una forma distinta. Lo valoras de otra manera porque sabes lo que cuesta producirlo”, precisó el gerente del acopio que actualmente cuenta con 150 clientes y tiene una capacidad de almacenaje de 12.500 toneladas.

Para Vuelta la venta de insumos puede ser una “puerta de entrada” para los jóvenes profesionales, para comenzar a estar en contacto con los productores agropecuarios y armar una cartera de clientes. Estos primeros pasos profesionales se pueden complementar con “la parte más técnica, con las prácticas de manejo y buenas prácticas para cuidar el grano, que en definitiva es cuidar el alimento”.

“Uno lo que hace no es ni más ni menos que recibir el grano que después va a terminar siendo un alimento humano o animal y uno lo tiene que cuidar. Eso es algo que para los ingenieros agrónomos no se conoce demasiado pero en la poscosecha tienen una incumbencia importante”, subrayó.

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