Polisemia, calificativo que denota la pluralidad de significados de una palabra, término que suele ser utilizado para aprovechar la poca precisión, su ambigüedad y hasta su capacidad para confundir.
En el caso que nos ocupa, la situación es precisamente inversa, un mismo producto admite diferentes calificativos según el interés del emisor (de la expresión) a fin de alcanzar su objetivo ante las personas no especializadas (receptor).
Pero con esta modalidad se evita la discusión conceptual, teórica, académica y política de la verdadera necesidad de contar con definiciones – precisiones (más allá de la discusión si éstas encasillan) que son necesarias y definitorias porque aclaran y son útiles.
Todo acto productivo (Smith, Marx mediante) es “un proceso mediante el cual el hombre transforma la naturaleza” y una de los resultados vinculado a ese proceso, es atender los riesgos.
Para ello, es necesario entender cómo esos riesgos se presentan y cuáles son las decisiones y procesos que se deben llevar a cabo para minimizarlos o evitarlos, lo que hace fundamental y necesario conocer aquello que se está enfrentando (tal el caso de los problemas fitosanitarios producto de aquel proceso de transformación).
Abordar y gestionar problemas fitosanitarios requiere conocer múltiples variables, algunas muy específicas -como las relacionadas con la dinámica poblacional de la plaga, sus características y comportamiento según las distintas condiciones ambientales y la forma en que se manifiesta en distintos agroecosistemas – y otras, más complejas que incluyen cuestiones relacionadas con la salud, el medio ambiente, la biodiversidad y las características propias de los territorios, las personas que los habitan, sus costumbres, sus intereses particulares y sectoriales.
Para ello, es clave la gestión del conocimiento de tal modo que la toma de decisiones esté sustentada por herramientas tecnológicas, es decir un repertorio de saberes interrelacionados e integrados.
Por todo lo expuesto, queda claro que la gestión del conocimiento para resolver los problemas fitosanitarios no es para recién llegados, ni para idóneos, SÓLO PARA AQUELLOS QUE ESTÉN CAPACITADOS ESPECÍFICAMENTE ESTÁN HABILITADOS para intervenir y gestionar el uso de AGROTÓXICOS -AGROQUÍMICOS -FITOSANITARIOS o como quieran definirlos.
Esa gestión del conocimiento incluye como responsabilidad, poner el conocimiento a disposición del público para alertar sobre los riesgos y liderar el trabajo conjunto para su minimización protegiendo el patrimonio natural, preservando y mejorando la calidad de vida de la población, además de fortalecer la capacidad Argentina como país proveedor de alimentos sanos y seguros.